Carta abierta a Hélène

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El sol ha vuelto a salir después de muchos días lluviosos.

Aunque a veces vienen nubes, no hay grandes tormentas en mi corazón. Cierta estabilidad y seguridad guían mis pasos. Intento avanzar pensando que el 2007 será nuestro año.

Me encantó recibir tu carta y entendí perfectamente ese espíritu, no anacrónico sino atemporal. El universo y sus estrellas es eterno e inmóvil. La calma y lo pausado son como el universo.

Intuyo por tus versos que un galán ronda la espuma de tus días… Te imagino sonriendo en tu bici y se me acelera el corazón. Vivo tu felicidad en la distancia.

Muchos besos, mi paraguas.

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